Las palabras importan.

Cómo se utilizaron los convenios discriminatorios para segregar las comunidades de Minnesota.

F. - Ninguna persona de ninguna raza que no sea la raza caucásica utilizará u ocupará ningún edificio o lote, excepto que este convenio no impedirá la ocupación por parte de sirvientes domésticos de una raza diferente que vivan con un propietario o inquilino.
F. - Ninguna persona de ninguna raza que no sea la raza caucásica utilizará u ocupará ningún edificio o lote, excepto que este convenio no impedirá la ocupación por parte de sirvientes domésticos de una raza diferente que vivan con un propietario o inquilino.

Después de la Guerra Civil en Minnesota y en todo el país, los promotores inmobiliarios, agentes de bienes raices, y los gobiernos locales, estatales y federales prohibieron a los afroamericanos ejercer todos sus derechos y oportunidades como ciudadanos estadounidenses. Los gobiernos y los promotores inmobiliarios utilizaron deliberadamente convenios discriminatorios para crear comunidades segregadas y para generar riqueza para la comunidad blanca a costa de la comunidad negra y otras comunidades de color.

Estos convenios restringieron a las familias, por motivos raciales y étnicos, de ser propietarios de viviendas en la mayoría de los vecindarios de nuestras ciudades.

En Minneapolis, el primer convenio discriminatorio apareció en 1910, cuando Henry y Leonora Scott vendieron una propiedad en 35th Avenue South a Nels Anderson. La escritura contenía lo que se convertiría en una restricción común:

… El local no se cederá(n), hipotecará(n) o arrendará(n) en ningún momento a ninguna persona o personas de sangre o ascendencia china, japonesa, árabe, turca, negra, mongol o africana.

Separado y desigual.

Cuando se escribió este convenio discriminatorio, Minneapolis no estaba particularmente segregada. Pero los convenios cambiaron el paisaje de la ciudad. A medida que se extendían los convenios racialmente restrictivos, los afroamericanos fueron empujados a unas pocas áreas pequeñas de la ciudad. Y aunque el número de residentes negros seguia aumentando, estos convenios agrandaban el acceso a viviendas y hogares solamente a la gente blanca.

Mapa de Minneapolis Afroamericanas en 1910.
Mapa de Minneapolis Afroamericanas en 1910.

Esto abrió el camino para nuestros patrones contemporáneos de segregación residencial. En la primera mitad del siglo 20, muchos de los suburbios de las ciudades adoptaron la práctica de segregar comunidades mediante el uso de convenios discriminatorios. En algunos casos, los gobiernos locales sancionaron oficialmente la discriminación.

Por ejemplo, el mapa oficial de Betcher’s Addition, el cual fue aprobado por la ciudad de Richfield en 1937 decía: “Ninguna raza o nacionalidad que no sean las personas blancas utilizará u ocupará ninguna vivienda en ningún lote, excepto que este convenio no impedirá la ocupación por parte de sirvientes domésticos de una raza diferente cuando estén empleados por cualquier propietario o inquilino”.

Otro convenio común en Minneapolis dice: “En ningún momento se venderán, traspasarán, arrendarán o subarrendarán dichos locales, ni serán ocupado por ninguna persona o personas que no sean de pura sangre de la denominada raza blanca o caucásica”.


Construido sobre una base de racismo.

En la década de 1940, la NAACP (Asociación Nacional por el Avance de las Personas de Color), reconociendo los convenios como una amenaza fundamental para la igualdad racial, lanzó una sostenida campaña legal contra ellos. En 1948, la Corte Suprema dictaminó que los convenios eran inaplicables en el histórico caso Shelley v. Kraemer. En 1953, la Legislatura de Minnesota prohibió el uso de restricciones raciales en escrituras de garantía. Pero los convenios siguieron siendo algo común en gran parte del país hasta 1968, cuando la Ley Federal de Vivienda Justa los hizo explícitamente ilegales.

Último lugar

Minnesota ocupa el puesto 50 entre todos los estados en cuanto al porcentaje de afroamericanos que son dueños de su vivienda.

Mientras que el 78% de las familias blancas son proprietarios de casa en las ciudades gemelas, solo el 25% de las familias afroamericanas son proprietarios de casa.

Datos del Dr. Kim Skobba, Conocimiento Sobre las Disparidades en Propiedad de Viviendas, Informe del Centro de Propiedad de Vivienda de Minn (2013)

A pesar de estas victorias legales, las restricciones todavía se utilizaban en Minnesota para mantener a las personas de color fuera de viviendas seguras y asequibles. Los convenios discriminatorios se combinaron con prácticas de préstamos abusivas y de exclusión para continuar el patrón de segregación residencial y desigualdad de ingresos.

El racismo aumenta valor

Las casas con convenios discriminatorios valen, en promedio, un 15% más que una casa similar sin un convenio.

Datos del Dr. Kim Skobba, Conocimiento Sobre las Disparidades en Propiedad de Viviendas, Informe del Centro de Propiedad de Vivienda de Minn (2013)

Los datos muestran lo que las comunidades de color han conocido por décadas: Barreras estructurales intencionales basadas en la raza funcionaron para impedir que las comunidades de color compraran casas y tuviesen acceso a otros beneficios. Estas barreras construyeron las bases para las disparidades que existen hoy en día en los ingresos de los afroamericanos, el financiamiento de las escuelas públicas, el acceso a la atención médica, las prácticas y políticas policiales, y el accesso a parques, transporte público, supermercados asequibles, y trabajos cercanos que pagan salarios dignos.

La historia de convenios discriminatorios en Minnesota está bien documentada. La Coalición de Just Deeds se dedica a mejorar las oportunidades del acceso a la vivienda para todos hoy y mañana.